“Estoy para enviar a mi mensajero al que despejará el camino delante de mi; Pues pronto estará en su santuario el Señor que ustedes piden. Fijense que ya llega el mensajero de la alianza que ustedes tanto desean, dice YAVÉ de los ejércitos.”
(Mal 3, 1).
Con estas palabras Dios prometió la llegada de su Hijo. El advenimiento estaría precedido por la llegada de un “Ángel”, que fue Juan el Bautista. El mismo Jesús afirmó la concreción de la profecía cuando dijo acerca de su precursor: Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente:
Cuando ustedes fueron al desierto, ¿qué iban a ver? ¿una caña agitada por el viento? ¿Qué iban ustedes a ver? ¿Un hombre con ropas finas? Los que visten ropas finas viven en palacios. Entonces, ¿qué fueron a ver? ¿A un profeta? Eso
Sí. Y, créanme, más que un profeta. Este es el hombre de quien la Escritura dice:
“Yo voy a enviar mi mensajero delante de ti, para que te preceda abriéndote el camino”(Mt 11, 7-10).
No deberíamos sorprendernos de que se identifique a un hombre como un ángel o mensajero. Un hombre también puede ser enviado por Dios. El homónimo de Juan el Bautista escribe: hubo un hombre enviado por Dios; se llamaba Juan… No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz (Jn 1, 6-8),es decir, el Hijo de Dios, que hablaba de sí mismo como “la luz del mundo”(Jn 12, 46). No hay dudas de que Cristo alababa a Juan, diciendo de él: no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista (Mt 11, 11).Juan preparo el camino para el Hijo de Dios quién siendo al mismo tiempo hijo del hombre, se dirigió a su templo . María y José lo llevaron allí para presentarlo al Señor (Lc 2, 22). Todas estas identificaciones y comparaciones también se relacionan con un ángel de la Alianza. ¿Quién era él?
Una vez nos encontramos frente al misterio del propio ser de Dios y la forma en que Él se revela así mismo a través de los ángeles, quienes en cierta forma lo representan y hablan como si Él estuviera hablando a través de ellos.
Entonces fue en el monte Sinaí donde el ángel de Yavé se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza (Ex, 3, 2 ). Su expresión fue vista en esta zarza que nunca se consumió completamente, pero fue Dios quién le hablo a Moisés, revelando su sagrado nombre: “Yo soy el que soy” (Ex 3, 14).
El ángel de la Alianza es Dios en la persona del Hijo.
Se llama así porque su Padre lo envió.-
Nuestros adorados ÁNGELES!!!"
TOMADO DEL LIBRO: Ángeles mensajeros de Dios.
AUTOR: ZENON ZIÓLKOWSKI
Gracias a nuestra compañera Liliana Bedini González por aportarnos este magnífico tema. Un millón de gracias y... ¡mil bendiciones!!
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